Cuando enfrentamos un periodo de estrés excesivo, originado por presiones personales o demasiado trabajo, surge el agotamiento emocional. Por ello, cuando las personas experimentan este tipo de fatiga, suelen sentirse cansadas y abrumadas, lo que termina por afectar su entorno personal y laboral.
El agotamiento emocional se refiere a un estado de sobrecarga generado por un estrés causado, por lo general, por exigencias profesionales y el asumir dificultades y responsabilidades. Su aparición no se da de un momento a otro, sino que, por el contrario, se va desarrollando lentamente hasta generar un colapso en las persona, a partir del cual aparecen sus consecuencias.
Causas del agotamiento emocional
Suele aparecer cuando se produce un desequilibrio entre lo que damos y lo que recibimos, pero puede también deberse al tener que trabajar con un riesgo alto de despido, pertenecer a una familia con problemas que ameritan atención constante, enfrentar una relación conflictiva o con dificultades, el ser cuidador, padecer de estrés financiero, la crianza de los hijos, no tener hogar, padecer una enfermedad crónica o trabajar muchas horas.
¿Cómo saber si padezco de agotamiento emocional?
Estos son algunos de los síntomas a considerar:
- Agotamiento físico
- Insomnio
- Irritabilidad
- Falta de motivación
- Distanciamiento social
- Pérdida de la memoria
- Dificultades para pensar.
¿Cómo hacerle frente?
Principalmente se recomienda trabajar lo siguiente:
- Tomar un tiempo de descanso es la mejor manera de superar el agotamiento emocional. De este modo se podrá obtener un tiempo libre para lograr estar tranquilo.
- Cambiar de actitud intentando dejar de lado aquellos pensamientos negativos que suelen ir ligados al cansancio mental. Se puede iniciar enfocándose en las actividades y obligaciones diarias. Es importante también dejar de lado el perfeccionismo o la obsesión de querer controlarlo todo.
- Es importante ser consciente de uno mismo y para ello puede funcionar el tomar un poco de tiempo al día para respirar y reconectarse. Esto ayudará a afrontar mejor el desequilibrio emocional y sus síntomas.
- Reducir el estrés analizando cómo nos sentimos en nuestro día a día y priorizando aquello que realmente es importante para nosotros.
- Realizar ejercicio físico y mantener una alimentación saludable debe ser una rutina diaria. Por lo general el cansancio emocional va de la mano de una vida llena de hábitos poco saludables.
- Dedicar tiempo para nosotros mismos, disfrutando de realizar actividades de disfrute.
- El aislamiento social suele generar agotamiento psicológico, es por ello que se debe intentar asistir a eventos junto a amigos o familiares así estos sean virtuales.
Como hemos podido ir reconociendo, existen muchas estrategias para poder prevenir el desgaste emocional; sin embargo, cabe resaltar que es importante recordar que cada persona tiene un proceso para desarrollarse y evolucionar, tomando en cuenta factores como su edad y desarrollo emocional.
Escrito por: Psi. Luciana Barahona (Coordinadora del Departamento Psicopedagógico)