De eso, ¡no hay duda! Y eso lo demostró el magnífico grupo de alumnos que el pasado Sábado 27 de diciembre asistió a LA CASITA DE LA PAZ (Fuente de Vida) a llevar no únicamente regalos, sino dos horas de felicidad a un grupo de niños que padecen de cáncer y quienes nos agradecieron con su sonrisa y sinceros aplausos. No hay mejor cosa que transmitir felicidad a través de la música.
En esta oportunidad, un grupo de alumnos que integran el Coro Polifónico de nuestra Escuela, se organizó de tal forma que pudieron llevar pequeños presentes para los niños, cuyas edades fluctúan entre los 2 y 14 años, pero algo aún más importante que eso, fue el recital privado de villancicos que interpretaron con mucho cariño para todos ellos. Entre rostros de asombro, otros de alegría y algunas lágrimas de emoción, iban sonando cada una de las obras preparadas por nuestro elenco… ¡Qué gran experiencia!
Una vez más, infinitas gracias a este extraordinario grupo humano que demostró que TEMPO es una verdadera FAMILIA y que la MÚSICA nos hace crecer como SERES HUMANOS DE BIEN. ¡Palmas para todos ustedes! ¡VIVA TEMPO!