CORO TEMPO VISITÓ COLOMBIA
Compartimos nota preparada por Rafael Reyes, director de nuestra Escuela y publicada en su cuenta de facebook:
“LOS SUEÑOS NO SE PUEDEN EXPLICAR CON PALABRAS, SÓLO SE VIVEN”
La experiencia vivida el pasado fin de semana, no sólo quedará en mi mente y corazón para siempre, sino también en la de 44 personas más, quienes junto a mi, pudimos ser testigos de cómo los sueños se pueden hacer realidad cuando realmente se sueña con pasión.
Alumnos y padres de familia convivimos durante tres inolvidables días en un país que nos mostró la gratitud, amabilidad y hospitalidad de su gente en la mejor de sus facetas: ¡GRACIAS COLOMBIA! Infinitas gracias por recibirnos con los brazos abiertos y estar pendientes de cada uno de los que integramos la delegación peruana. Sinceramente, nos sentimos como en casa.
Pero, muy aparte de sentirme agradecido con un bello país que nos sonrió desde que llegamos, me siento 100% agradecido con Dios por haberme dado la oportunidad de dirigir la delegación, integrada por 28 alumnos que soñaron juntos para transformar su sueño en realidad. Incontables las horas de ensayo y preparación para una aventura musical que prometía ser inolvidable y que hoy, cerrando nuestros ojos y sólo “recordando” lo vivido, podemos afirmar que superó totalmente nuestras expectativas.
Tres días bajo una temperatura de 7°, tratando de verse aliviada por un “tintico” (café) caliente ofrecido por un Sr. Diego Correa (encargado del hotel) que se portó como un ángel con nosotros tratando, “con mucho gusto”, de que no nos falte nada. Tres días, bajo las gestiones de una extraordinaria colega llamada Claudia Villanueva Sarmiento, cuya labor no empezó el Jueves 24, día de nuestra llegada, sino largas semanas atrás, coordinando hasta el más mínimo detalle para que nuestra estadía en Tocancipá sea como realmente lo fue: ¡de lujo! Muchísimas gracias Claudia. No tienes idea lo lindo que la pasamos y cuánto disfrutamos en cada uno de los escenarios: Colegio Público de Gachancipá, Colegio Industrial de Tocancipá, Escuela de Música de Tocancipá, Casa del a Cultura y Concejo Municipal de Sopó. Incluso, dentro del precioso Taj Mahal del Parque Jaime Duque, el cual llenamos con nuestras voces gracias a nuestro primer flashmob. Cada desayuno, almuerzo, cena, risas, preocupaciones, caminatas, anécdotas… ¡Gracias por todo Claudia! Del mismo modo, gracias a aquella persona que inició las coordinaciones para que esta experiencia se haga realidad. Me refiero a mi querido y gran amigo Johnny Perez, quién incluso gestionó el partido de fútbol de despedida… por cierto, jamás pensé jugar fútbol a 2600 m.s.n.m. ¡Gracias infinitas a todos ustedes hermanos colombianos!
De esta manera, podemos confirmar, una vez más, el verdadero poder de la música, la cual y como siempre digo, trasciende los límites de la mera práctica instrumental. La música une, la música nos hace gratos, la música nos hace humanos, la música rompe fronteras, para la música no existen diferencias, la música no distingue razas ni nacionalidades… para la música, todos somos seres humanos con sentimientos, capaces de amar, capaces de crecer, capaces de aspirar vivir en un mundo de paz… Ese es, desde mi humilde perspectiva, el verdadero valor de la música y eso, hemos re descubierto en esta experiencia, en la que el CORO se transformó en una FAMILIA unida por un elemento común… ese que nos hace vibrar, sentir, amar… la música.
No existe ni habrá formar de traducir a través de ningún tipo de lenguaje, aquello que quedará en nuestras mentes y corazones para siempre. Gracias integrantes del CORO TEMPO por asumir el reto de crecer como seres humanos y aportar, con su accionar, al crecimiento y desarrollo de una sociedad que realmente necesita personas como ustedes. Me quito el sombrero por todos y también por sus padres, quienes son el motor que los impulsa a seguir adelante. Esa es nuestra familia, ese es TEMPO y no tienen idea de lo agradecido y orgulloso que me siento de todos ustedes.
“Los sueños no se pueden explicar con palabras, sólo se viven”