Ser músico es una profesión que, como muchas otras, requiere una gran exigencia para poder obtener buenas recompensas. Sin embargo, a lo largo del tiempo, se han establecido algunos mitos sobre los profesionales de esta carrera que no llegan a ser ciertos. A continuación, aclararé los siguientes mitos: “Los músicos se mueren de hambre”, “Los músicos tienen una vida bohemia”, “Los músicos trabajan divirtiéndose y siempre la pasan bien”, “Todos los músicos deben ser conocidos para ser exitosos”, “La música no es una carrera de verdad” y “Estudiar música es fácil: los músicos solo tocan un instrumento”.
Mito 1: “Los músicos se mueren de hambre”
Esta frase probablemente todos la hayamos escuchado y muchos la repiten y la aceptan por haberla escuchado tanto. Aunque, si fuese cierto, ¿cómo se explica que hayan existido músicos desde tiempos inmemorables si es que todos se mueren de hambre? Claramente estamos frente a un mito. Pero vamos a analizarlo por partes.
En primer lugar, la música en efecto es una carrera no tradicional para los estándares laborales y/o sociales. De hecho, la gran mayoría de músicos son trabajadores independientes, no dependientes. Esto es muy importante. De manera social, tendemos a aceptar como “normales” los trabajos dependientes (los que trabajan para alguna empresa, en oficinas, etc.) y a menospreciar o minimizar los trabajos independientes como “trabajos no serios”. Curiosamente, en el Perú, según datos del INEI, los trabajadores independientes representan el 36,9% de la población laboral activa, mientras que solo el 24,9% trabaja como empleado (dependiente)* (INEI, 2017)
En segundo lugar, tomemos siempre las cosas de dónde vienen. ¿La persona que dice este tipo de enunciado vive de algún trabajo relacionado a la música? Ojo con esto, porque bajo esa misma lógica debería tomar el consejo de mi abogado sobre qué tipo de medicinas tomar para curarme de mi úlcera estomacal.
Como músico profesional que vive de la música desde hace más de 10 años, les puedo decir lo siguiente: se puede vivir de la música en el Perú hoy por hoy. Solo que sí: es una carrera sacrificada, que demanda esfuerzo constante, dedicación y mucha perseverancia.
Mito 2: “Los músicos tienen una vida bohemia”
Como todo en la vida, hay de todo en todos lados. Y es cierto que, en muchas ocasiones, los músicos más mediáticos (“celebridades”) suelen llegar a los noticieros por incidentes, escándalos, etc. Pero recuerda, los medios viven de este sensacionalismo.
Así como hay gente que puede tener estilos de vida que puedan no ser socialmente aceptados, les puedo asegurar que en mi experiencia profesional he visto más músicos con una vida sana y tranquila, que músicos “bohemios” o de mal vivir.
Mito 3: “Los músicos trabajan divirtiéndose y siempre la pasan bien”
Si bien es cierto que, gran parte del trabajo musical se realiza en un escenario (video, presentación, etc.), puede dar la impresión de que ver a un músico gozar de su interpretación es igual a que siempre es así. Sin embargo, ojos que no ven, corazón que no siente.
La mayor parte del trabajo del músico pasa “detrás de cámaras” o en soledad (horas de práctica que toma aprender un repertorio, ensayos, viajes, etc.), son las cosas que no vemos y muchas veces damos por sentado. Todo esto sumado al hecho de que el músico profesional practica, o debería practicar, tanto como un deportista para mantener su condición física en buen estado.
Decir que un músico solo se divierte trabajando, sería como decir que es bonito tener un restaurante solo porque la comida es rica, sin considerar toda la logística que implica que ese plato llegue finalmente al consumidor (compra de alimentos, preparación, administración del restaurante, etc.). ¡Ojalá fuera tan simple y bonito!
Mito 4: “Todos los músicos deben ser conocidos para ser exitosos”
Sería interesante plantear lo siguiente: ¿cómo definimos el “éxito”? ¿Es dinero y fama, o reconocimiento y autosuperación? La respuesta a esta pregunta es vital para poder entender la raíz del asunto.
Mucha gente, por no decir la mayoría, asocia el ser “conocido o famoso” con ser exitoso, de tal manera que los que no lo son, no son exitosos. ¿Pero es esto realmente así?
Sería interesante plantear el siguiente escenario: un abogado, que tiene su propia firma, que no se publicita en redes ni medios porque sus clientes llegan por recomendación y que goza de una vida cómoda por la remuneración que le genera su trabajo. ¿Podríamos decir que esta persona es menos exitosa que un abogado que sea mediático solo porque la gente “lo conoce”?
Por experiencia, he visto muchos más casos del primer ejemplo que del segundo y suelen ser de las personas que más admiro. El trabajo del músico puede ser mediático, público, expuesto, pero no es lo único o lo que más debería importarle a una persona que hace música de manera profesional; lo más importante es que haga bien su trabajo.
Mito 5: “La música no es una carrera de verdad”
La institucionalización de la música como carrera en el Perú se inició apenas hace casi diez años. En estos pocos años he visto progresar la concepción que se tiene del músico profesional; sin embargo, aún tenemos trabajo por hacer.
En realidad, depende en particular de los músicos mismos valorar nuestro trabajo y pedir el mismo respeto hacia nuestro trabajo. Esto se traduce en: cobrar por lo que hacemos, valorar nuestro tiempo, demostrar que nos merecemos tanto respeto como cualquier otro profesional, entre otros. Lo más importante es demostrar lo que hacemos y que lo hacemos bien; el resto vendrá solo.
Mito 6: “Estudiar música es fácil: Los músicos solo tocan un instrumento”
Para nada. De hecho, es bastante más complicado de lo que la persona promedio podría pensar. Pensar que el músico solo toca un instrumento, es como pensar que un futbolista solo juega partidos de fútbol.
El músico debe pasar horas perfeccionando su técnica, dominando su instrumento, sacando el mejor sonido posible, aprendiendo géneros, estilos distintos, además de practicar su lectura, ejecución, composición, etc.
A lo antes señalado, se le suma la teoría musical, la cual es bastante amplia. Quizás extremadamente amplia. Entre armonía, contrapunto, análisis, estética musical, producción musical, composición y muchos otros aspectos, es fácil perder de vista que mucho de lo aprendido en estas disciplinas es, en gran medida, lo que hace a un músico “completo”.
Por último, para cerrar este artículo, quisiera brindarles algunos datos interesantes sobre una constante pregunta: “¿De qué viven los músicos?”
El campo laboral del músico es enorme. Y no, no todo es tocar solamente. Un músico profesional puede dedicarse a una o más de las siguientes actividades: ejecutante, compositor, arreglista, transcriptor, orquestador, productor musical, coach instrumental, editor musical, docente, etc.
Si analizamos los ingresos de músicos, estos pueden venir de más de una fuente. Según un estudio que hizo la Universidad de Manhattan School of Music en Nueva York, la cual investigó las fuentes de ingresos de egresados de diversas universidades de música en E.E.U.U., se encontró que en promedio el 30% de sus ingresos (el porcentaje más grande) proviene de la enseñanza; mientras que solo el 20% proviene de tocar en vivo.

Existe otro porcentaje menor de personas que laboran en actividades relacionadas a la música, como: gestores culturales, orquestadores, transcriptores, trabajadores de ONGs culturales, entre otros. Cabe resaltar que tan solo existe un 5% de músicos que vive exclusivamente de ser compositores o instrumentistas que componen y ejecutan su instrumento a tiempo completo.
Dependerá de cada músico ver a cuál o cuáles de estas vertientes se inclina para percibir ingresos; no todos seremos el mejor en todo, pero claramente destacaremos en alguna de estas ramas.
Fuentes
http://money.futureofmusic.org/going-to-music-school/
Escrito por: Gabriel Iwasaki (Coordinador de Composición)
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